Las estadísticas de un fútbol sin público

La ventaja de jugar de local es un concepto muy difundido no solo en el mundo del fútbol sino del deporte en general.

Y las estadísticas respaldan esta teoría. Si tomamos en cuenta la Premier League desde su fundación en 1992 y hasta los inicios del año 2020, se jugaron casi 11 mil partidos y las victorias locales se contabilizan en un 46% de todos estos partidos y únicamente 28% de victorias del equipo visitante. El resto son empates.
En el mismo periodo de tiempo y en el resto de grandes ligas europeas, tomando en cuenta LaLiga española, la Bundesliga alemana, la Serie A italiana y la Ligue 1 francesa, el promedio de victorias locales asciende a 45%. Un número similar al de Inglaterra.
El diferencial más importante en términos de ventaja competitiva al jugar en casa son los aficionados. Y una vez más la estadística refleja los efectos de un fútbol que está privado de fans en sus tribunas desde el año pasado.
En Premier League, en temporadas pasadas, los equipos sumaban en promedio entre 1,6 y 1,7 puntos por partido en casa. Esta temporada el promedio de puntos sumados en casa es de 1,3 por partido.

En términos absolutos esto puede parecer una baja leve, pero en realidad marca una tendencia que sugiere que los equipos visitantes tienen más opciones de llevarse un buen resultado en sus partidos.
El caso del Liverpool, último campeón de Inglaterra es llamativo ya que uno de sus bastiones en temporadas pasadas era su estadio, Anfield Road. La fama de su afición pasional cantando el himno de You’ll Never Walk Alone es un mito en el fútbol. El año pasado superaron el récord de victorias consecutivas en su feudo y además llegaron hasta los 68 partidos sin perder en su estadio. La derrota llegó esta temporada (ya sin público) frente al Burnley y luego siguieron 3 derrotas seguidas en casa.


De hecho, el Liverpool es el equipo que más puntos se deja en casa desde la temporada pasada, en la que su promedio era de 3 puntos por partido en casa (los ganaba todos) mientras que esta temporada es de 1,94 puntos por partido.
Este factor también está conduciendo a que la pelea por las ligas en Europa se haya vuelto más reñida que en años anteriores en donde los equipos campeones festejaban con varias semanas de antelación.

En LaLiga hay una batalla a tres caballos (a diferencia de la temporada pasada que fue dominada por el Barcelona) entre el Atleti (58 puntos y 1 partido menos) el Barça (53 puntos) y el Real Madrid (53 puntos). En Alemania donde el Bayern parecía inalcanzable a estas instancias de la temporada, ahora está primero con 52 puntos y lo sigue muy de cerca el Leipzig con 50 puntos y un poco más atrás el Wolfsburgo con 45. En Francia lo mismo, en una liga donde el PSG dominaba absolutamente, ahora marchan segundos con 60 y un sorpresivo Lille lidera con 62. En tercer puesto el Lyon sigue dando pelea con 59 puntos. Y finalmente en Italia, parece que finalmente acabará la seguidilla de 9 títulos al hilo de la Juventus (Inter 56, Milan 53, Juve 49, Atalanta 49, Roma 47).

Las habilidades de los futbolistas también se vieron afectadas. Hay que analizar este apartado de dos maneras, tomando en cuenta las habilidades físicas y las habilidades mentales que son aquellas que afectan en la toma de decisiones de un jugador, en sus niveles de motivación, y que son las que se pueden extrapolar a otras disciplinas.

El haber parado la temporada pasada por dos meses tuvo un efecto domino en el calendario. Se alargó la temporada y luego el descanso estival se redujo y para evitar empezar de vuelta la nueva temporada muy tarde, se acortó la pretemporada.
Esto resultó en una preparación física mediocre y los efectos físicos se ven en los futbolistas. Hay más lesiones musculares, y el ritmo de los partidos es inferior al del año pasado. Los equipos presionan con menos intensidad porque el físico no se los permite.

A nivel mental, la falta de afición también incide en la falta de ese añadido de motivación que los jugadores tenían por parte de su público.
Si algo va a dejar el fútbol sin afición, es la clara idea de que este deporte no es lo mismo sin la gente en los estadios.